“LETRA MUERTA”
Por Jorge Arturo Martínez Barrientos
Tras seis años de convertirse en ley, el decreto que ordenaba para su ejecución la protección del periodismo en San Luís Potosí es letra muerta, pues aunque se ha cumplido con lo indispensable ante la opinión pública, lo mismo que para autoridades superiores, lo cierto es que se ha quedado corta la ejecución de la Ley Estatal que tiene a los informadores en el desamparo salvo muy contadas excepciones por parte del comité a cargo de cuidar ese derecho.
Fue el diputado Felipe Abel Rodríguez en la antepasada legislatura quien propuso la protección de los periodistas en la entidad potosina, sucesores como Filemón Hilario así como Francisco Martínez Ibarra la empujaron hasta hacerla ley, ya para entonces a nivel federal el gobierno de la República de Enrique Peña a través del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio había hecho disposición oficial la protección a comunicadores.
Específicamente la ley potosina considera dos cosas trascendentes, la protección de periodistas en caso de ataques que pongan en riesgo su integridad o la de su familia, así como becas de profesionalización lo mismo que de estudios para el informador al igual que para sus familiares directos.
Ni una ni otra cosa ha ocurrido, con el argumento de que no son casos que reúnan el perfil las agresiones a periodistas y amenazas contra: Armando Martínez de Tamazunchale (golpeado con un tubo por funcionario municipal por difundir denuncias ciudadanas contra el servidor), Gerardo Duque detenido por policías del estado tras publicar actos de presunta corrupción de los agentes, luego amenazado por un diputado federal tras informar malos manejos de este) , Samuel Roa (retado a golpes por un legislador cuando imprimió en un semanario notas incomodas para el de la curul local) así como un colaborador de, periódico digital Amanecer Huasteco en el municipio de Ébano (golpeado por municipales por incomodar al realizar su trabajo).
Nadie ha tenido justicia en base a la ley referida de San Luís Potosí; mucho menos el mecanismo federal ha sido satisfactorio en su acciona,r pues también justifica su inacción en que los casos carecen de elementos que ameriten la intervención; lo que es peor es que ni siquiera las investigaciones de cada asunto han concluido pues son archivadas.
Así pues hoy día los periodistas en San Luis Potosí están sin protección real, ni becas, tampoco hay unión del gremio y realmente el Comité Estatal de Protección efectivamente sesiona pero son pocos los representantes allí dentro de los periodistas y quienes están allí no son representativos, de tal forma que muy probablemente veamos en poco tiempo un San Luís Potosí convertido en el Veracruz del entonces gobernador Duarte, más ahora que tan solo en los últimos 7 días, se registraron hechos como: cuatro ejecuciones, un secuestro, así como dos tiroteos sin contar los que va del último año.
Mención aparte merecen los casos de un compañero de una televisora de la capital potosina, así como de un equipo de Tv Azteca San Luís Potosí impedidos para trabajar en un acto público por uniformados estatales en Río Verde, detenidos y encarcelados además de que fueron insultados golpeados e incluso robados de material informativo.
Es Veracruz junto con Tamaulipas además de Sinaloa entidades con más violencia para ejercer el periodismo en México, pero San Luís Potosí se encuentra a nada de estar en esa lista, pues recordemos que paulatinamente así fue creciendo el semáforo rojo en la entidad veracruzana y hoy es un infierno para el periodismo.
