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CONSTRUYENDO CAMINOS EN UNIDAD
domingo junio 05, 2022

#Aquismón |

Si vives en Aquismón, en esta tierra mágica plagada de naturaleza, ineludiblemente tienes que aprender del ambiente que te rodea: Las abejas comparten el néctar, las hormigas hacen la labor que mejor saben y trabajan siempre en equipo, los lobos cazan en grupo, y los gansos vuelan formando una “V” para apoyarse mutuamente y ser más eficientes en su desplazamiento por lo alto.

Solo así podría entenderse y al mismo tiempo describirse, la sinergia que inundó el ambiente sabatino en “Los charcos”, donde las oficinistas y los funcionarios dejaron el escritorio con el glamur, las mujeres jamás se abanderaron con el membrete de sexo débil, los adultos mayores no se escudaron en ninguna limitante física ni enfermedad, y hasta un niño tomó su pequeña pala para sumar su propio esfuerzo en la faena.

Haciendo la cimbra, sirviendo la arena, cargando la grava, acarreando el agua, echando el cemento, manipulando la revolvedora, manejando la carretilla, colocando el material, emparejando el concreto, supervisando que no faltaran detalles; así, un centenar de personas de treinta localidades de Aquismón, convirtió en un hecho la pavimentación de trescientos metros cuadrados del camino a “Jagüey cercado”.

No importó que el sol empezara a subir y a calar, lidiar a veces con el suelo pedregoso, las púas en las alambradas, o las espinas y hasta algunas rebeldes ortigas; por minutos también desafiaron la sed y el hambre, porque lo más importante era sumarse como toda una familia a concluir el desafío. Dos máquinas para revolver se colocaron en cada extremo y se fue avanzando conforme pasaron los minutos, hasta que se encontraron, y se cumplió la encomienda.

Entonces hubo un pequeño espacio para desenvolver varios lonches, a los que se sumó la invitación del Oficial Mayor, Eligio Villedas: “Vámonos a la capilla”; y allá se pudo compartir el mole verde con el rojo, y el agua de melón, como la recompensa culinaria a la jornada que no fue fácil. Pero aún faltaba un premio más, y sacudiéndose la mezcla, los voluntarios recibieron despensas de manos del presidente municipal Cuahutémoc Balderas Yáñez.

De San Rafael Tamapatz, Tanquizul, Tanzozob , La cuesta, La cuchilla, El pemoche, Jagüey cercado, La yerbabuena, La mesa Tanzozob, La reforma, La cruz de Guadalupe, Unión de Guadalupe, Linja, Puerto de Tanzozob, El progreso, San Miguel, y Tanchopol; lo mismo de Tamapatz, Paxalja, Octujub, Agua amarga, El zopope, Alitze, Muhuatl, Tancuem, El chamal, Manja Tamapatz, La laja, La arena Tamapatz, y San Martín: Como un solo clan, el clan Aquismón.

Y lo mejor es que esto apenas empieza, al retomarse la iniciativa de las faenas en este municipio; con la enseñanza de la naturaleza, y como lo hacían los antiguos: “Todos para uno y uno para todos”. Luego vendrán pavimentaciones en otras comarcas, para devolver el esfuerzo; ya siguen las zonas Tamapatz, Tampate, Tampemoche, y todas las que se puedan, que –ya se vio- disposición ciudadana hay mucha, mientras el gobierno local pone materiales y herramientas.

Entre tanto, el pequeño Sabdiel volverá a su kínder en “El zopope” éste lunes, pero se quedará en su memoria -y en su satisfacción- que aquella calle a varios kilómetros de distancia, estará fraguando el pavimento con el sol, pero también con muchas gotas de su propio sudor de niño de seis años.