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El disfraz que usó Gertz Manero en la Operación Cóndor en los cultivos de narcóticos
martes julio 19, 2022

Las campañas antinarcóticos en México son fruto de las acciones emprendidas desde la década de los 50′s y 60′s, como la Operación Cánador de 1966, que tuvo como objetivo eliminar los cultivos de marihuana en el Triángulo Dorado (Chihuahua, Sinaloa y Durango).

Sin embargo, no fue sino hasta el sexenio de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) que el combate contra el narcotráfico también se tradujo en una “campaña indiscriminada de fumigación” en las plantaciones de narcóticos, que terminó repercutiendo en la producción agrícola y salud de los habitantes.

Es aquí cuando sale a relucir un nombre en particular: Alejandro Gertz Manero, el actual titular de la Fiscalía General de la República (FGR), quien durante la administración de Echeverría encabezó la famosa y controvertida Operación Cóndor.

Dicha operación tenía la finalidad de detener el flujo de drogas desde México a Estados Unidos, a través del trabajo en conjunto entre las Fuerzas Armadas de México y la Administración de Control de Drogas (DEA) de EEUU.

El vínculo entre ambos países habría sido Gertz Manero, según cables diplomáticos estadounidenses filtrados por WikiLeaks y retomados por la revista Proceso. Gertz se desempeñó como el coordinador general de las operaciones antidrogas en el sexenio de Luis Echeverría.

Entre los cables de Wikileaks de la embajada estadounidense en México se encuentra que el entonces coordinador general de la Operación Cóndor, Gertz Manero, afirmó y reconoció el uso de herbicidas para acabar con los cultivos de narcóticos en el país, según sus palabras emitidas en una conferencia de prensa de enero de 1976.

Mediante el uso de helicópteros gramoxone, se rociaba una fórmula del herbicida “paraquat” a los cultivos de amapola y marihuana ubicados en al menos siete estados: Chihuahua, Colima, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Sinaloa y Oaxaca.

A pesar de que hoy en día se sabe que el herbicida paraquat es altamente tóxico, pues basta con un sorbo para que sea letal (además del peligro que representa para los trabajadores que lo aplican a las plantas), Gertz Manero aseguró que resultaba “inofensivo para la ecología” y que incluso había sido autorizado por la Secretaría de Agricultura, según lo retomado por un reportero de Excélsior.

A pesar de que hubo aquellos que se opusieron a estas acciones por las repercusiones ecológicas de los químicos, Gertz Manero indicó que se trataba de una campaña emprendida por los narcotraficantes que buscaban mostrar a las autoridades como unos “irresponsables”.

Y es que esta campaña indiscriminada de fumigación en los cultivos dejó un efecto negativo en la producción agrícola de la población asentada en la región del Triángulo Dorado, ya que nunca se hicieron estudios previos sobre el impacto en la salud por el uso de estos químicos, según Adela Cedillo, académica de la Universidad de Houston, en entrevista para Proceso.

La historiadora indicó que si bien el uso de herbicidas ya había sido autorizado con anterioridad a través de la Operación Trizo de 1975, fue hasta la Operación Cóndor que se empezó a cuestionar el impacto en los cultivos locales, pues más allá de combatir al tráfico de drogas, se intensificó ante el ascenso del Cártel de Guadalajara.

Además de los efectos en la salud y medio ambiente, también tuvo repercusiones sociales, toda vez que se señala que hubo entre 10 mil y 35 mil desplazados. Fue así que bajo el discurso de la “lucha contra las drogas” se fumigaron miles de campos de amapola y marihuana desde aviones y helicópteros.