Redacción/www.huaxtecaonline.com
CIUDAD VALLES. La empresaria del ramo turístico Ena Mildred Buenfil Zamudio acusa al ex regidor Roberto Rosas Reyes de estar provocando severos daños a la ecología al haber hecho tala de árboles aparentemente sin autorización de las dependencias correspondientes. Ambos están en conflicto desde hace unas semanas que el ex perredista y después priista empezó a cobrar 10 pesos por persona a los turistas que ingresan al paraje aguas arriba dentro de un predio suyo, aunque ella señala que ni siquiera cuenta con documentos que lo avalen como propietario.
Este jueves la también ex candidata del Partido Verde Ecologista a una diputación, informó que se acaba de dar cuenta de los hechos porque no estaba en el país, por lo qe no había hecho la denuncia pública, señalando que incluso ya presentó una demanda ante la PROFEPA.
“Con tristeza les informo que mientras muchos están pensando en el tema de los 10 pesos, Roberto Rosas ha cometido un gran atentado contra el medio ambiente derrumbando especies nativas que no habían sido tocadas por más de 40 años. Yo estaba en Costa Rica y regresé el fin de semana pasado, no había sido testigo de los destrozos que este señor está ocasionando a la ecología y el medio ambiente… a veces desviamos la atención de lo principal, pero en esta imagen pueden ver el tamaño y grosor de los troncos de las Chacas derrumbadas sin ninguna autorización ni manifiesto de impacto ambiental que mitigue lo que está arrasando”, expresó.
Refirió que envió la denuncia a PROFEPA en la Ciudad de México con la intención de prevenir que por su estatus de político tenga contactos en el municipio y pueda evitar una inspección, por lo que también hizo lo propio en las oficinas locales de la misma dependencia.
“Antes de iniciar la construcción de un proyecto turístico primordialmente en un área cuya vegetación no fue tocada en más de 40 años se requiere un Manifiesto de Impacto Ambiental, así como el visto bueno de SEMARNAT para iniciar las obras y no como en su caso inició la construcción de cabañas Roberto, depredando la vegetación que sirve como zona de amortiguamiento y protección para las cascadas evitando la erosión del suelo y empobrecimiento del mismo. Las cosas se deben hacer correctamente y por la vía legal, con los permisos correspondientes y no sólo usando tráfico de influencias, hay delitos que atentan contra la sociedad como en este caso son los ambientales. No me queda claro como las autoridades de turismo no han actuado en conjunto con las dependencias correspondientes”, enfatizó.