El precio del aguacate se triplicó en las últimas semanas en México, debido “a la plaga de la delincuencia” y el sobreprecio que acumula el fruto al pasar por las manos de –al menos– cuatro intermediarios, antes de llegar a la mesa de las familias.

Los agricultores de Michoacán revelaron a Publimetro que el kilo de aguacate sale de las huertas en un costo promedio de 45 pesos; cifra que se dispara a un máximo de 60 pesos por el llamado “derecho de piso”, que cobran los grupos de la delincuencia que operan en la región.

Esto implica que, de entrada, la delincuencia organizada impone un sobreprecio del 15 a 20 pesos, equivalente a encarecimiento de 44%, por cada kilo de aguacate que es empacado en el estado, para ser distribuido en el país o exportado al extranjero.

“Y eso, en chinga le pega a todos. Ellos saben cuántas toneladas produces o cuántos kilos sacas; y si no les pagas la cuota te aparecen baleado o desmembrado en río o podrido en la cañada; se quedan con tu negocio o, cuando te va bien, te quitan las tierras y tienes que jalar con todo y tus hijos para otro lado”, narraron algunas de las familias afectadas.

Los agricultores explicaron que, después de este primer aumento aplicado por los grupos del crimen organizado en el estado de Michoacán, los primeros mayoristas los compran entre 60 y 65 pesos; para venderlo entre 70 y 90 pesos a los bodegueros de las centrales de abasto, de cuerdo a la distancia recorrida y la calidad del producto.

Más tarde, refirieron, los bodegueros lo ponen en cajas de de 9, 10, 20 o 24 kilos y lo comercializan a los primeros minoristas en 80, 90, más de 100 y hasta 130 pesos por kilo. “Pero ese precio –en hartos casos– ya carga otros moches que pone los mañosos para dejar pasar el aguacate por la carretera o venderlo en las colonias”.

Es entonces, apuntaron los afectados, cuando el precio del aguacate alcanza 110, 130 o hasta 150 pesos por kilo, tal como sucedió en las últimas semanas en las ciudades principales; donde un aguacate mediano cuesta entre 26 y 32 pesos, cuando al principio de año costaba 13 o 15 pesos.

“Y no son únicamente las plagas que hay que controlar cada año, asegurar el agua o sólo el encarecimiento de los fertilizantes, los fletes o aumento del diésel por la guerra –como dice en la televisión–; porque la que más pega es la plaga de la delincuencia”, señalaron quienes viven en carne propia la crisis del aguacate.