Actualmente, es parte del personal de seguridad y custodia del Centro Penitenciario de Tamazunchale. Domina las lenguas Tének y Náhuatl, permitiéndole un mejor desempeño laboral.

Con 12 años de trayectoria policial, la agente de seguridad penitenciaria Rosa María Martínez se caracteriza por su amabilidad, gentileza y sencillez, cualidades que le son reconocidas en su entorno laboral; no obstante, cuando hay que sacar el carácter rudo y hostil de acuerdo a la labor que desempeña hay que hacerlo. Y es que no es fácil tratar con una población predominada por 82 varones que se encuentran privados de la libertad, en el Centro Penitenciario de Tamazunchale.

Rosa combina, al igual que muchas mujeres, labores del hogar con una profesión difícil, como la que tiene que ver con la seguridad pública. Para ella, el sacar adelante a sus cuatro hijos es lo más importante y por lo que día a día se levanta para dar lo mejor de sí en su actividad laboral y forjando en ellos valores, que los conviertan en ciudadanos de bien.

El destino la llevó a ocupar un puesto de seguridad y custodia, y aunque en sus inicios se esforzó por graduarse en la licenciatura en Derecho, finalmente descubrió su vocación: servir en las tareas por la paz y la seguridad de San Luis Potosí, ingresando a la Academia Estatal en el municipio de Ciudad Valles, donde experimentó las primeras circunstancias de la labor policial. El Penal de Tamazunchale fue su espacio de trabajo, donde ha sabido enfrentar los dos escenarios de su vida, hasta ahora, con dedicación y “bastante amor”.

Además, Rosa tiene una habilidad: domina las lenguas Tének y Náhuatl, ésta última hablada y expresada a la perfección luego de que colaboró en Xilitla con la Asociación Civil “Visión Mundial”; ello, le ha permitido establecer comunicación con personas privadas de la libertad que hablan estas lenguas.

Su mayor satisfacción es encontrar la paz y armonía en su casa, después de una intensa jornada laboral de 24 horas, y reconoce que a veces resulta complicado intercalar las dos funciones, pero finalmente su amor por ambas la lleva a ser mejor cada día.

¡Felicidades a ella y todas las madres policías, en este 10 de Mayo!