• Proceso contra policías presuntos agresores continúa.

Redacción/www.huaxtecaonline.com

CIUDAD VALLES. Hoy viernes se cumplieron ya tres años de la muerte de Daniel Zamorano Rocha, el adolescente asesinado presuntamente a manos de policías estatales en la colonia Tantocob. Su familia y conocidos participaron en un acto religioso oficiado en el lugar donde ocurrieron los hechos.

Daniel cumpliría 16 años de edad el 5 de febrero, casi un mes después de que le arrebataron la vida, el 8 de enero del 2013 y a tres años de la tragedia, su familia le sigue llorando y su ausencia les duele como si fuera ese día.

Dany fue asesinado entre las 6:30 y 7 de la tarde del 8 de enero del 2013, en el terreno donde su padre tiene un taller de hojalatería.

Primero, sujetos desconocidos llegaron y dispararon al lugar, al parecer la agresión era contra uno de los clientes que en ese momento estaba por retirarse. Los hermanos Víctor y Daniel corrieron hacia un montículo, temerosos, sin saber qué ocurría.

Testigos dicen que como a los dos o tres minutos llegaron unas patrullas de la Estatal, tres unidades con al menos unos seis elementos a bordo cada una. Daniel seguía en el escondite mientras su hermano se había retirado para avisar de lo ocurrido a su familia. Se escucharon dos disparos seguidos, y después otro. Cuando se dieron cuenta, Daniel estaba sin vida. Al parecer creyeron que era uno de los delincuentes y le dispararon.

Por los hechos siguen presos cuatro agentes de la Policía Estatal y otros cuatro fueron absueltos. Los policías procesados son José Luis Juárez Rodríguez, Juan Diego Martínez Delgado, Juan Francisco Sánchez Hernández y Pedro César Torres Sánchez.

Su familia señala que aún no tienen justicia y lamentan la corrupción e insensibilidad que impera en los organismos que precisamente tienen la responsabilidad de procurar la justicia.

En la calle Xilitla que es la de acceso a la colonia San Rafael, sus seres queridos llevaron ofrendas, flores y veladoras al nicho construido en su memoria, con rezos pidieron su descanso eterno, pero ellos, sus padres y hermanos jamás podrán superar su partida.

Yo descanso en paz… ¿y mi familia? Se lee en una fotografía de gran tamaño de quien estaba por terminar la secundaria, el niño que soñaba con ser doctor cuando fuera grande.

“Nunca lo vamos a olvidar, duele como si apenas ayer nos lo hubieran quitado”.